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Es evidente que el conocimiento de los sistemas electorales no es su fuerte. Pero Jiménez Losantos intuye en este artículo preñado de inexactitudes, que la propuesta de Feijóo de que gobierne la lista más votada no lleva a ningún lado. Olvida que otros regímenes parlamentarios, como Italia hace unos años y Grecia, mantienen una prima a la lista más votada que le permite gobernar. Y que, otros, como Reino Unido, le otorgan toda la representación a la candidatura ganadora de cada circunscripción, aunque no tenga una mayoría total de votos. Es lo que se llama el «the winner takes it all». Ninguno de ellos ha hecho colapsar a las naciones que los han aplicado. Tampoco acierta cuando escribe que es la ley D´Hont la causante del sesgo (prima) a favor de los nacionalismos. Es la provincia, que la Constitución de 78 reconoce como circunscripción electoral, la que lo provoca. Y olvida, incomprensiblemente, que el verdadero cáncer de nuestro sistema electoral y por lo tanto, político, es la partidocracia, patología que se puede erradicar con una reforma electoral.
Sin embargo, es esperanzador que personas de su talla e influencia social y política comiencen a ver que nuestro sistema electoral debe ser modificado para beneficio de los ciudadanos. Ojalá que le sigan muchos más.